Las rótulas tienen un papel muy importante, por lo que deben estar en perfecto estado. La rótula forma parte de la suspensión (cuyo objetivo es mantener en permanente contacto las ruedas con el suelo), por lo que es un elemento fundamental para la seguridad del vehículo. La práctica de todoterreno las desgasta de manera prematura, ya que las somete a un esfuerzo extremo. Además, una rótula en mal estado provoca el desgaste, también prematuro, de las piezas a las que está conectada. Hay dos formas de detectar este problema: o bien escuchas un golpeteo provocado por un juego excesivo en las rótulas, o bien te das cuenta porque los guardapolvos de rótula están perforados o rasgados (la grasa aparece sobre la rótula en vez de estar en su interior).
Garantía de seguridad: una rótula en buen estado favorece el control y la estabilidad de tu vehículo. Ya son conocidos los daños considerables causados por el desgaste de las rótulas en casos extremos. Además, su buen estado evita un desfase entre el momento en el que giramos el volante y la respuesta de las ruedas.
Garantía de ahorro asegurada: el cambio de rótulas a tiempo evitará el deterioro de muchos otros elementos mecánicos o de «conexión con el suelo» y, por lo tanto, el cambio prematuro de componentes mecánicos mucho más caros.
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